Acércate al el señor de los panes

Nosotros andamos en el mundo como aves errantes buscando donde reposar y descanzar, buscando donde poder comer y alimentarnos y de igual forma alimentar a nuestros polluelos.

Somos creacion divina sin un rumbo fijo.

Porque algunas palomas posan en los parques y los lugares publicos? - porque ellas saben que alli estara un senor que les dara de comer.

Cuando andamos solos en el mundo simplemente tenemos que sobrevivir bajo nuestras propias fuerzas pero es mas dificil porque tendremos oposicion. con nuestras propias fuerzas no podremos lograr muchas cosas, en cambio cuando conocemos a Dios tenemos aun mas de lo que podemos imaginar.

"No es lo mismo estar a  lejos del senor de los panes a estar cerca del senor de los panes"

mientras mas cerca estamos de Dios, mas recibiermos de el, por eso tenemos que acercarnos cada dia mas a el trono de la gracia porque de el emana el pan de vida que necesitamos para poder seguir.

Les invito a leer este pasaje de la biblia:

Juan 6: 25-57

Jesús, el pan de vida

25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.
42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros.
44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
48 Yo soy el pan de vida.
49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.

Caminando hacia la tierra prometida

Todo no es casualidad.

Vivimos en un plano terrenal en donde Jehovah marco las lineas y cuadros como los de un juego de ajedrez. Somos participes de un juego en donde las fichas tienen movimiento propio, en donde los peones pueden convertirse en alfiles, en donde los alfiles pueden convertirse en torres, en donde las torres pueden convertirse en reyes.

"Cuando Dios volteo su mirada otra vez sobre mi sentí con ternura como envío ángeles a mi morada cubriendo a mi familia con oraciones poderosas".

Quiero comenzar introduciendo que nada es  por casualidad. Cada uno de los grandes profetas de la Biblia  tuvo un encuentro con nuestro Dios en el cual fueron pautadas las condiciones que nuestro creador exigio sobre aquellos que eligió, entre todos ellos llega a mi cabeza uno que no estuvo preparado pero fue aquel que llevo todo un pueblo en su espalda como un buen pastor llevaría a sus ovejas, Moises.

Moises es uno de esos tantos ejemplos que podemos encontrar en la biblia el cual de la nada tuvo aquel encuentro con Dios el cual marco su vida para siempre. Desde ese momento comenzó aquel crecimiento dentro de un hombre que estaba huyendo de su propia naturaleza, de su gente, de su verdad.

No somos perfectos, pero todo aquel que a sentido que Dios le llama, escuche su voz. Todo aquel que a eschuchado su voz y no hace lo que el le diga, que accione a el mandato de aquel que nos creo.

Dios nos promete una tierra donde fluye leche y miel, una tierra prospera y que con amor puede hacer que nuestras vidas no sean solo un caminar a un hoyo de 6 pies, que nuestro caminar valla hacia las nubes.

Camina a hacia donde Dios te envie y llegaras....

Enfocate en el arbol

Desperte mirando el cielo pensando en que significaba esta frase.
Enfocate en el arbol.
En la biblia aparecen muchas veces la representacion de la palabra arbol, desde el arbol de conocimiento y la ciencia como tambien el arbol de la vida. Otras representaciones estan basadas en la iguera el cual es de mucha importancia para el pueblo hebreo.

pero, porque tengo que enfocarme en el arbol?

Esta inquietud me hizo investigar en internet y basado a la pagina de interntet aleteia.org, El arbol es represantacion de refugio, simbolo de fertilidad. El arbol amarrado al suelo con raices fuertes y mirando a el cielo alimentandose de calor de la tierra. El arbol es un vinculo directo con Dios.

Dios quiere hombres y mujeres fuertes que afirmen sus raices en la base de todo cristiano, la palabra y que con esto podamos alimentarnos de todo aquello que llega del cielo y a traves de las ojas puedan afianzar ese vinculo que Dios quiere con todos nosotros.

Enfocate en el arbol, enfocate en tu refugio, enfocate en Dios.